jueves, 21 de octubre de 2010

Duende

Hola muchachas,

Pues, estaba pensando en un nombre para esta página y también para un nombre para la dirección del web. El nombre que la puse es "Un día de estos" que es el título de un cuento por Gabriel García Márquez. Lo leímos en mi clase que di la semana pasada, y fue cuando estaba buscando información sobre Colombia durante la época del libro que se me ocurrió tener un Book Club en español. Por eso, decidí poner este nombre al blog. Para la dirección me hizo más difícil. Pensé en la palabra duende que en España se usa para describir algo impresionante. "Duende" y "Tener duende" ya fueron usados. Por eso escogí "hay que tener duende." Yo encontré esta página sobre el duende: http://www.tinet.cat/~picl/libros/glorca/gl001202.htm. De lo que veo, son las palabras mismas de Federico García Lorca quien era poeta de España. Estas son algunas de sus palabras de "Teoría y juego del duende." Para leerlo todo, ve a la página.


voy a ver si puedo daros una sencilla lección sobre el espíritu oculto de la dolorida España.

El que está en la piel de toro extendida entre los Júcar, Guadalete, Sil o Pisuerga (no quiero citar a los caudales junto a las ondas color melena de león que agita el Plata), oye decir con medida frecuencia: "Esto tiene mucho duende". Manuel Torres, gran artista del pueblo andaluz, decía a uno que cantaba: "Tú tienes voz, tú sabes los estilos, pero no triunfaras nunca, porque tú no tienes duende".

En toda Andalucía, roca de Jaén y caracola de Cádiz, la gente habla constantemente del duende y lo descubre en cuanto sale con instinto eficaz. El maravilloso cantaor El Lebrijano, creador de la Debla, decía: "Los días que yo canto con duende no hay quien pueda conmigo"; la vieja bailarina gitana La Malena exclamó un día oyendo tocar a Brailowsky un fragmento de Bach: "¡Ole! ¡Eso tiene duende!", y estuvo aburrida con Gluck y con Brahms y con Darius Milhaud. Y Manuel Torres, el hombre de mayor cultura en la sangre que he conocido, dijo, escuchando al propio Falla su Nocturno del Generalife, esta espléndida frase: "Todo lo que tiene sonidos negros tiene duende". Y no hay verdad más grande.

Así, pues, el duende es un poder y no un obrar, es un luchar y no un pensar. Yo he oído decir a un viejo maestro guitarrista: "El duende no está en la garganta; el duende sube por dentro desde la planta de los pies". Es decir, no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo; es decir, de sangre; es decir, de viejísima cultura, de creación en acto.

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